08 febrero, 2012

Fusión imposible


Recuerdo que en la mañana estaba en el hospital. Sufrí una grave lesión en el tobillo, jugando voleibol. Mi mamá y mi mejor amigo estaban ahí. El doctor se acercó y con voz esperanzada mencionó que podía volver a jugar, pero con una adecuada recuperación y terapias. Sentí que mi mundo volvía a ser el de antes. Llegó mi padre por nosotros, para llevarnos a nuestro hogar. Esta vez la comida fueron verduras hervidas y agua saborizada.  Yo lo veo por un lado amable, me ayudaran a bajar  un poco de peso y tener una mejor alimentación. La escuela en ese momento no me importaba tanto ya que había hecho todas mis tareas. Debo mencionar que mi entrenador es muy disciplinado en ese aspecto –tiene la idea de que hay que darle su prioridad a cada parte de nuestra vida-.

El esguince lo recuerdo como si hubiera sido hace un momento. Una fusión entre mis dos aficiones dio como resultado una fuerte y dolorosa caída sobre mi tobillo. El juego estaba tan tenso que un solo descuido podía costarte un golpe o una burla del contrario. Al brincar para bloquear y que no pasara la pelota, cruzó por un lado de la cancha la mujer más hermosa que he visto en mi vida, Jessica. Un solo giro de cabeza para verla hizo que al caer del brinco no viera el pie de mi compañero y para mi mala suerte pise su pie derecho. Esto provocó que cuando callera mi tobillo se doblara a tal grado de provocar un esguince. Yo seguí jugando con una hinchazón brutal en mi tobillo. Jessica notó que yo no estaba bien. En un tiempo fuera sorprendentemente me pregunto si estaba bien, respondí que si aunque esto fuese mentira. El partido lo perdimos por un punto. Yo me tire en el suelo, gritando en silencio mi dolor. No resistí. Le pedí a Jessica que si podía decirle a Héctor, mi entrenador, de lo que me estaba pasando. Esto es un dilema para ella ya que es capitana del equipo con el que tenemos más rivalidad en la liga. Ella siendo una mujer astuta fue a decirle a un árbitro. En un momento ya estaba el médico, mi entrenador y mi equipo viéndome. El dolor era tan intenso que me quede dormido. Y vuelvo al instante en donde despierto con las 2 personas más importantes en mi vida. Pero estoy seguro que volveré a jugar para ver a mi amor prohibido que sin duda es algo excitante para mí.